The full text of this gospel tract is shown below in the NKJV version. (It is also available in KJV and Spanish. Select the one you want to order using the “Version” buttons above.)

It's Time for Gifts!

With excitement and anticipation, gifts are carefully selected, wrapped, and hidden away until the special day. These caring and thoughtful expressions of love remind us that God has provided the best gift ever given! His gift is one we all need, but could never afford. The Bible tells us that “the gift of God is eternal life in Christ Jesus our Lord” (Romans 6:23).

The Gift Promised

As soon as our first parents (Adam and Eve) sinned, the Lord God gave them the first promise of a coming Deliverer (Genesis 3:15). As the years passed, the words concerning the coming Savior became clearer. He was pictured to Israel as a Lamb without blemish—the Sacrifice to cancel guilt and deliver from Satan’s power. Through the prophets, God clearly foretold how the Redeemer would arrive: “Behold, the virgin shall conceive and bear a Son, and shall call His name Immanuel” (Isaiah 7:14). He also indicated where He would appear: “But you, Bethlehem Ephrathah, though you are little among the thousands of Judah, yet out of you shall come forth to Me the One to be Ruler in Israel, whose goings forth are from of old, from everlasting” (Micah 5:2).

In Luke 2:1-20, we read of these Scriptures being fulfilled on the night when shepherds watched their flocks in the fields, and saw the glory of the Lord in the skies. The angel appeared and exclaimed in their attentive ears: “Do not be afraid, for behold, I bring you good tidings of great joy which will be to all people. For there is born to you this day in the city of David a Savior, who is Christ the Lord.” Thus was…

The Gift Given

“In this the love of God was manifested toward us, that God has sent His only begotten Son into the world, that we might live through Him” (1 John 4:9). Man’s sin brought death. God’s grace brought salvation to all who believe in His Son. At Calvary, Jesus “gave Himself for us, that He might redeem us from every lawless deed” (Titus 2:14). Having been raised from the dead, He is now crowned with glory and honor at the Father’s right hand.

Through the revelation of the word of God, and by the power of the Spirit of God, He is now offered to all—to YOU—as the best gift. No other gift is more needed—“Nor is there salvation in any other, for there is no other name under heaven given among men by which we must be saved” (Acts 4:12). Would you like to have Him as your Savior and Redeemer, and possess Him as the joy and delight of your soul? You can, but first He must be…

The Gift Accepted

A gift offered to you does not become yours until you receive it. So it is with salvation. Faith is the empty hand that reaches out to receive God’s gift of life. It is the personal acceptance of His offer. It is believing in your heart that Christ’s suffering and death were for your sins, that His resurrection from the dead was to remove your guilt (Romans 4:25). It is making the best gift yours!

Millions have already received this gift and been made eternally grateful for the blessing it has brought. Eternal life, the forgiveness of sins, peace with God, and much more are all wrapped up in this invaluable gift of God’s beloved Son. Will you accept Him now? Take Him by faith as your very own Savior, and you will find Him to be the best gift you have ever received. —D.T.J.

“By grace you have been saved through faith, and that not of yourselves; it is the gift of God, not of works, lest anyone should boast” (Ephesians 2:8,9).

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¡Es tiempo de Regalos!

Con emoción y anticipación, los regalos son cuidadosamente seleccionados, envueltos, y escondidos hasta ese día especial. Estas expresiones de amor bondadosas y reflexivas ¡nos recuerdan que Dios ha provisto el mejor regalo que jamás haya sido dado! Su regalo es algo que todos necesitamos, pero que nunca podríamos pagar. La Biblia nos dice que “el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 6:23 NTV).

El Regalo Prometido

Tan pronto como nuestros primeros padres pecaron (Adán y Eva), el Señor Dios les dio la primera promesa de un libertador venidero (Génesis 3:15). Conforme pasaron los años, las palabras a cerca de la venida del Salvador se volvieron más claras. Él fue representado ante Israel como un Cordero sin mancha: el sacrificio que quita la culpa y libra del poder de Satanás. Por medio de los profetas, Dios predijo claramente cómo llegaría el Redentor: “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel” (Isaías 7:14). También indicó dónde aparecería: “Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad” (Miqueas 5:2).

En Lucas 2:1-20, leemos que estas escrituras se cumplieron la noche cuando los pastores cuidaban sus rebaños en el campo, y vieron la gloria del Señor en los cielos. El ángel apareció y exclamó en sus oídos atentos: “No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”. Y así fue…

El Regalo que Fue Dado

“En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él” (1 Juan 4:9). El pecado del hombre trajo la muerte, pero la gracia de Dios trajo salvación a todo el que cree en Su Hijo. En el Calvario, Jesús “se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad” (Tito 2:14). Habiendo sido resucitado de entre los muertos, Él ahora es coronado con gloria y honor a la diestra del Padre.

Por medio de la revelación de la Palabra de Dios, y por el poder del Espíritu de Dios, Él ahora se ofrece a todos —a TI— como el mejor regalo. Ningún otro regalo es tan necesario. “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos” (Hechos 4:12). ¿Te gustaría tenerlo como tu Salvador y Redentor, y poseerlo como la alegría y el deleite tu alma? Tú puedes tenerlo, pero primero Él debe ser…

Un Regalo Aceptado

Un regalo que te ha sido ofrecido no llega a ser tuyo hasta que lo recibes. Así es con la salvación. La fe es la mano vacía que se extiende para recibir el regalo de vida de Dios. Es aceptar personalmente lo que Él te ofrece. Es creer en tu corazón que el sufrimiento y la muerte de Cristo fueron por tus pecados, que Su resurrección de entre los muertos fue para quitar tu culpa (Romanos 4:25). ¡Es hacer que el mejor regalo sea tuyo!

Millones de personas ya han recibido este regalo y han llegado a estar eternamente agradecidas por las bendiciones que les ha traído. La vida eterna, el perdón de los pecados, la paz con Dios, y mucho más. Todas estas cosas son envueltas en este regalo invaluable que es el amado Hijo de Dios. ¿Lo aceptarás ahora? Recíbelo por fe como tu propio Salvador, y descubrirás que Él es el mejor regalo que jamás hayas recibido. —D. T. J.

“Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8, 9).

A menos que se indique lo contrario, las citas fueron tomadas de La Biblia de las Américas (LBLA).

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